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DISCOGRAFÍA | CRÍTICAS DISCOGRÁFICAS
LAS 1001 QUINTAS

RUBÉN FLÓREZ BANDE


INTERPRETACIÓN | 5
SONIDO | 7
·································

5ª SINFONÍA
LONDON PHILHARMONIC ORCHESTRA
JAAP VAN ZWEDEN

LPO-0033
CD | 70.38 (13.00 / 14.16 / 17.33 / 9.56 / 14.45)
18/I/2008

No hay año, en el que haciendo recuento, nos salgan en la cesta discográfica, tres o cuatro Quintas de Mahler. Es, sin lugar a dudas la sinfonía más grabada -e interpretada- del compositor, y una de las más grabadas -e interpretadas- de todo el repertorio sinfónico, hasta nuestros días; temporada sí, y temporada no, es una obra habitual en todas las orquestas sinfónicas del orbe, desde las grandes, a las más pequeñas; y al ritmo que va este goteo -por no decir lluvia- acabará bajando del trono, a la Séptima sinfonía de Beethoven, o la Quinta sinfonía de Tchaikovsky -con la que tiene grandes similitudes, dicho ya de paso-, las más interpretadas y grabadas hasta la fecha.

El 2008 no ha sido un año de sequía en cuanto a la Quinta, ni mucho menos; a falta de salir, aunque ya está grabada, la del ciclo que tiene en marcha Valery Gergiev, con la Sinfónica de Londres; han salido hasta la fecha la de David Zinman con la Tonhalle de Zürich (RCA) comentada por Pablo Sánchez Quinteiro en estas mismas páginas [ver], la de Mariss Jansons al frente del Concertgebouw de Amsterdam (RCO Live) y la que nos ocupa la de Jaap van Zweden con la Filarmónica de Londres (LPO).

Esta nueva Quinta del maestro holandés y de la orquesta británica, grabada en el Royal Festival Hall de Londres, el 16 de Enero de 2008, es un claro ejemplo del Mahler 'estandar' que se hace hoy en día, tanto para lo bueno, como para lo malo, claro está. La Orquesta Filarmónica de Londres es una orquesta solvente, y de cierto nivel, aunque no espectacular y Jaap van Zweden, tiene técnica, y buen oficio, no hay que olvidar también, que fue concertino de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam hasta 1995, y que ha tocado Mahler, bajo la batuta de Haitink, Chailly, Bernstein, Giulini... en cambio, el actual director de la Orquesta Sinfónica de Dallas, plantea un Mahler 'clásico' -demasiado-, literal, sin caer en concesiones, ni excentricidades.

Así el Primer movimiento se mueve en unos parámetros algo 'monocordes', con esto quiero decir, que no hay contrastes entre ninguna de las secciones que conforman la Trauermarsch, y los Trios consecutivos, todo se mueve en un intento de buscar 'el color' que no es otra cosa que sobresaltar sonidos oscuros y graves, por encima de una tímbrica más empastada. Hasta cierto punto, este añadido no molesta, pero dedicarle trece minutos a este fin, me parece excesivo. Se sacrifica la forma por este aspecto. Las dinámicas son recelosas en ocasiones, y todo se mueve en un mar en calma. Ausencia al fin y al cabo de 'temática'

Los resultados del Segundo movimiento son algo más acordes con la obra. El arranque es decidido, volviendo otra vez a resaltar lo 'oscuro' de la tímbrica, la orquesta responde muy bien, 'profesionalmente', a este arranque, pero parte por culpa de la grabación, o parte culpa de la homogeneidad de la orquesta, le falta algo de peso, suena demasiado liviano. Es curioso, ya que en las dos grabaciones oficiales del llorado Tennstedt, peca del mismo defecto, la orquesta en este movimiento no acaba de cuajar en ese aspecto, y eso que la Quinta era uno de los 'caballos de batalla" del director alemán. El segundo tema, mucho más melódico, está muy bien recreado tanto por la orquesta como por la batuta, parece que se mueven más cómodos en este tipo de música, que en la anterior, aunque peque quizás de falta de tensión. La coda, vuelve a los parámetros del comienzo, pero sin el peso requerido.

El Tercer movimiento lleva un ritmo moderado, lo que le permite deleitarse con todos los matices de este movimiento, y es este quizás el mejor parado de la interpretación, todo un acierto de matices, sobre todo en los vientos tanto madera, como metal; el arropamiento de las trompas, o el mimo con que mira a los pizzicatos... quizás se pudiese pedir algo más de 'rusticidad' y no tanta 'sofisticación' en la sección central, que quizás suene demasiado puntillosa; tratado quizás más, como un movimiento aislado -escuchando el resto de la sinfonía es más que evidente- o que quizás hubiese sido el movimiento más ensayado, hacen de él un disfrute, la orquesta se muestra mucho más segura, y atiende a las indicaciones del director con solvencia. Es una lástima que la batuta no estuviera tan inspirada en el resto de la obra. El solista de trompa a la altura del resto.

El Adagietto, es lo menos conseguido de la grabación, pecando de intrascendente, y profundamente frío, en el que no hay tensión expresiva, y en el que la dinámica se reduce al mínimo en su uso, en ocasiones poniendo el límite en los albores del mezzoforte. La cuerda eso sí, muy puntillosa, se nota que van Zweden las lideró muchas veces; pero en la que también se aprecian muchos vicios, como unos portamentos muy "de modé".

El Quinto movimiento, es pura alegría, mal entendida a mi modo de ver, tanta estallido orquestal, tantas ráfagas, tantas carrerillas no pueden deparar algo bueno, a no ser que se esté buscando el aplauso por adelantado, aunque sin duda como movimiento alegre, no tiene desperdicio, además la orquesta parece también pasárselo bien, esa sensación a mi no me ha llegado, más bien, me ha llegado la contraria, que es que estoy ante una tomadura de pelo; pero bueno, no deja de ser una apreciación personal. La orquesta y solistas responden de forma más que solvente a este movimiento, y 'técnicamente' no hay nada que discutir, la frivolidad está servida.

Partíamos de un director solvente, o aparentemente solvente, y de una orquesta que ya ha sabido demostrar, y más de una vez, que puede enfrentarse a Mahler sin ningún miramiento; de hecho si hubiera que recomendar alguna Quinta a todos los niveles, sería una de ellas, la que grabara Klaus Tennstedt con esta misma orquesta en 1988 para EMI, muy superior al registro en estudio de 1978 también para EMI y que forma parte de su ciclo mahleriano. Los resultados de la presente grabación son, a la larga, algo pobres. Sí, una orquesta entregada, como tantas, un director, solvente, como tantos.... y una Quinta de Mahler, otra más.

31-XII-2008

Jaap van Zweden

© gustav-mahler.es