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DISCOGRAFÍA | CRÍTICAS DISCOGRÁFICAS
MAHLER ÍNTEGRO

PABLO SÁNCHEZ QUINTEIRO


INTERPRETACIÓN | 8
SONIDO | 8
·································

7ª SINFONÍA
STUTTGARTER PHILHARMONIKER
GABRIEL FELTZ

DREYER-GAIDO 21041
CD | 78.33 ( 21.47 / 15.06 / 11.09 / 13.47 / 17.38 )
23 & 24-IV-2007

Ni más ni menos que la elusiva Séptima, grabada en abril del 2007, constituyó la primera entrega del ciclo Feltz/Stuttgarter Philharmoniker en Dreyer-Gaido, del cual hemos reseñado hace unos meses la Sexta Sinfonía.

Esta primera entrega atesora las mismas cualidades que en su día destacamos. Tomas en vivo, grabadas sin trampa ni cartón –aunque en este caso se indican dos sesiones es la excepción pues en el resto del ciclo se optó por un estricto directo- una orquesta notable, con excelentes solistas y una dirección del joven Gabriel Feltz sorprendente por la frescura, personalidad e independencia con que aborda el corpus mahleriano.

Resulta de hecho imposible encasillar a la labor de Feltz. No se trata de un Mahler provocador o extremista, ni tampoco se podría encuadrar en el selecto grupo de directores objetivistas, ni se trata de un Mahler corazón en el puño, ni mucho menos un Mahler en el que el director es más protagonista que la música. Feltz tiene un poco de todo eso. Destacaría la flexibilidad y la frescura con la que afronta los pentagramas. Al mismo tiempo, revela una atención escrupulosa a la partitura, pero no para seguir las dinámicas o indicaciones de forma robótica, metronómica, sino para que el discurso musical vehicule genuinamente las emociones que subyacen detrás de estas indicaciones.

Ni todos los f ni los p, son iguales, ni por supuesto todos los nicht eilen, ni los pesante, ni los züruckhaltend. Cada uno está encuadrado en un contexto distinto y el director ha de interpretar el por qué y el para qué de su uso por Mahler. Y Feltz, a pesar de la juventud con la que grabó estas obras, se mueve como pez en el agua por los jeroglíficos que Mahler plantea.

En la críptica Séptima encuentra un terreno abonado para poner en práctica su arte y la verdad es que el resultado es excelente. Por supuesto hay momentos en que sus decisiones nos sorprenden y probablemente generen una cierta confusión, pero ¿con qué director esto no sucede? El balance global es, como en la Sexta ya comentada, de una sinceridad e impacto abrumador.

Con respecto a la Séptima esta entrega adolece de un sonido menos brillante. Aunque ya está presente el acertado balance realista y la preocupación por el sonido de forma global; es evidente que hubo una clara mejora en la segunda entrega. Es una pena, pues en determinados momentos de esta Séptima la concepción humilde de Feltz se puede resentir de la ausencia de un sonido más corpóreo.

Interpretativamente, es evidente que esta obra plantea retos superiores a la Sexta y tal vez por ello he sido más moderado en la puntuación numérica. En cualquier caso y dado el panorama discográfico de la obra estamos ante una notable adición a la discografía mahleriana.

1. Scherzo: Langsam. Allegro risoluto, ma non troppo.

Feltz abre la sinfonía de forma incisiva pero a la vez muy densa y pesante. Una concepción sombría, relativamente moderna. La toma confiere en este arranque un gran protagonismo de las maderas, mientras que los famosos tremolos de cuerda tienen una menor presencia. Impecable la arriesgada intervención de la trompa tenor (0'12”) así como las decidida respuesta de las maderas (0'25”).

Es una lectura indiscutiblemente con fuerza; un auténtico Allegro risoluto. El bramido de la orquesta en ff se serena repentinamente tras el Etwas weniger langsam, aber immer sehr gemessen (1'45”). Pero en el Nicht schleppen (2’08”) Feltz despliega un forte sobrecogedor con gran protagonismo de los trombones protagonistas. Tras un ritenuto vuelve el Tempo I Adago subito aber fliessender als zu Anfang (2'30”) de nuevo noble y poderoso.

Hay momentos más particulares como el Più mosso (3'23”) muy extremo en esta lectura, pero coherente con un Allegro con fuoco (3’31”) de gran energía y carácter. Un momento muy acertado en esta interpretación llena de sutilezas es el mit grossem schwung (4'55”), lento, muy sereno y bello pero con carácter.

La llegada del nº32 gemessener (9'11”) es uno de los momentos claves en cualquier interpretación de este movimiento. En este caso es un colapso un tanto brusco, con una buena participación del metal. El meno mosso no es especialmente lento, aunque se serena con la bella entrada de oboe. Toda la sección lírica central se caracteriza por un tiempo muy lento, estratosférico, y por una gran sutileza dinámica. Muy acertada realización con un bellísimo registro de las escalas en las arpas. Nostalgia y evocación a raudales.

Tras una conclusión sobrecogedora (13'33”) el nº44 poco rit. (13'46”) retoma el clima fúnebre de comienzo. Es el tipo de pasaje en el que Feltz huye de los grandes contrastes, pero en este caso sería deseable una crisis más abierta. En la toma, en este caso la percusión resulta un tanto atronadora (14'40”) y nos hace perder definición.

La cuerda nos lleva hacia el primer gran clímax (15'58”), muy poderoso, con contención y nobleza. Pero en el Allegro come prima (16'19”) la energía es máxima –para mi gusto sobra algo de atropello en este pasaje. Aun así grandioso (16'37") intenso, cataclísmico. Acentuando los contrastes Feltz se decanta por una muy marcada contención en el bello Nicht eilen (17'10”)

El reposo que confiere el A tempo (18'06”) es aprovechado al máximo; una pena las asperezas en los metales. Y llega el nº61 Frisch (19'12”), aceleradísimo, galopante. Pocas veces lo escuché tan salvaje. Afortunadamente Feltz contiene el discurso casi inmediatamente, aunque sin que se disipe la energía. El retorno definitivo, escatológico del Tempo I a (20'26”) está muy bien construido. Sin embargo es tremendamente original la contención del metal en el etwas zuruckhaltend, algo libérrima.

Es muy curioso en resumen el manejo de la sección final del movimiento por parte de Feltz; tal vez la parte más resbaladiza en una interpretación hasta el momento rodada.

2. Scherzo: Langsam. Allegro risoluto, ma non troppo.

Buen inicio, con un adecuado balance en el diálogo de las trompas –estático- y la incisiva y contrastada respuesta de las maderas (0'41"). El Andante molto moderato (1’21”) es relativamente rápido. Muy bien realizado el nicht eilen nº75 (2'18") por la cuerda grave y el contrafagot. Tras el incisivo pasaje camerístico (2'32") la marcha reaparece si cabe más rápida. El expansivo Sempre l'istesso tempo, nicht eilen, sehr gemächlich nº79 (3'38") está muy bien recreado, con unos violonchelos evocadores. La reaparición de los metales nocturnos nº84 (5'11"), todavía más serena si cabe, da nuevamente paso a una viva marcha (6'10") –a pesar de la indicación gehalten.

Uno de los momentos más bellos del movimiento es el poco meno mosso nº89 (7'03"), interludio nocturno con un corno inglés evocadoramente bello y misterioso; es el momento más feliz de la interpretación. Perfecta introducción a un nuevo clímax muy bien construido (8'18")

La inagotable imaginación de Mahler introduce en el nº92 a tempo (8'27") un nuevo elemento temático; una danza bailable que Feltz interpreta de forma austera, sobria, misteriosa. Y en el nº95 (9’26”) un bello interludio con la sutil llamada de la trompeta (9'47") da paso nuevamente a la marcha, en este caso ya claramente crispada (10'02"), que por añadidura no se ve favorecida por la toma de sonido. La vuelta del hermoso gemächlich que nos retrotrae al Andante de la Segunda Sinfonía es un bienvenido reposo, aunque más efusivo de lo habitual. Sin embargo Feltz nos regala unas fanfarrias (13'45") de flauta, trompa y clarinete muy bien empastadas -de nuevo desde la distancia- y un final impecable. Una interpretación en definitiva no exenta de problemas, aunque con una realización encomiable.

3. Scherzo. Schattenhaft. Fliessend aber nicht schnell.

Se abre de forma rápida, incisiva, en absoluto reticente, como Mahler pide. El primer alarido siniestro (0’32”) no resulta muy exagerado pero es desde luego incisivo. Impactante la danza entre timbales y pizzicati de cuerda grave –genial recurso mahleriano, con las abrumadoras interjecciones de la tuba (1’20”) muy bien realizado. En el contratema (2’09”) se echa en falta una toma más angulosa; una constante en tantos momentos de esta grabación.

El trío (3’20”) llega tras una muy bien construida disolución; muy lánguido y miniaturista. También me gustaría que el Piu mosso (4’00”) intercalado fuese más mordaz. En toda esta sección -Tempo I súbito y Nicht eilen- el tiempo se hace a mi juicio excesivamente remolón; pero no deja de tener su interés el enfoque de Feltz.

El retorno del Scherzo (5’27”) es sin embargo especialmente mordaz y con un gran contraste dinámico. En la resolución (8’10”) se echa en falta un sonido más brillante y una orquesta más intensa. Las famosas cinco fffff en los pizzicati de la cuerda grave no tienen el impacto de muchas grabaciones. A 8’30” la sección Wild debería ser más desquiciante. Finalmente la conclusión llama la atención por su lentitud. Una vez más se echa en falta más misterio, impacto. Junto con la Nachtmusik I son los dos movimientos menos convincentes de la interpretación.

4. Nachtmusik: andante amoroso. Mit Aufschwung.

Se inicia de forma muy leve, a un tiempo moderado y sin la más mínima reticencia de principio a fin. Evocadora y hermosa, destaca el Graziosissimo (2’43”) del concertino, muy matizado y bien integrado con la orquesta; ésta siempre muy sutil y cuidadosa con las dinámicas.

El diálogo entre mandolina, trompa, violines y maderas (4’20”) está también muy bien realizado. La música fluye sin grandes efusiones pero a la vez sin sombras. En el Sehr fliessend (4’41”) la intensidad es la mínima necesaria y en seguida regresa el lirismo y la moderación (6’00”, nº197). Belleza sin pausa en el nº205 (8’05”) molto ritenuto y en el hermosísimo y breve Adagio y retorno del Tempo I nuevamente en ritenuto (9’18”). Únicamente Feltz se desmelena con un muy enérgico y efusivo crescendo (11’11”) antes de una coda hermosamente realizada.

5. Rondo Finale. Allegro ordinario.

Mit Bravour ha de abrir el timbal el Allegro ordinario final y desde luego en esta interpretación se responde a esta indicación; abrumadora la energía con la que se inicia la perorata sinfónica final. Esta energía se extiende a lo largo de todo el ritornelloque en ningún momento plantea ninguna duda sobre el sentido de su exultante do mayor. Fantásticos los metales; en medio de este estallido sonoro, se echa en falta sin embargo una presencia sonora más destacada de los golpes con los arcos (1’09”).

Tras el primer ritornelloel primer tema secundario el Behaglich (1’33”) llega sin apenas pausa; aspecto cuando menos llamativo. Es curioso como Feltz no lo hace especialmente cómodo, afable.

En seguida hace su aparición el segundo ritornello(2’23”) en este caso con un carácter más Pesante y el Tempo II (2’40”), indicado a un curioso tiempo de Allegro moderato ma energico. Una vez más enigmática indicación mahleriana. Feltz la resuelve optando por una mezcla de ligereza y sutileza. Así, en la breve aparición del segundo tema secundario Grazioso (3’03”) predomina precisamente esta ligereza.

Tras un tercer ritornelloen do mayor, reaparece el primer tema secundario (4’24”) pero esta vez algo contenido -etwas züruckhaltend- aunque Feltz no retrasa excesivamente el tiempo. Tras un sobrio Pesante llega a 5’25” el cuarto ritornelloy una sobria reaparición del primer y del segundo tema secundario (6’25”) con una sutil aparición del cuarteto de cuerda.

Con el accelerando hacia el quinto ritornellola ligereza da paso al máximo ímpetu y energía. Tras lecturas, ya más nerviosas, de las sucesivas transformaciones de los temas secundarios llega el vertiginoso sexto ritornello(10’53”), éste muy grandioso y solemne, creando el máximo contraste con nuevas variantes y la aparición del tema de la viuda alegre (12’17”) en este derroche de inventiva mahleriana.

Tras el séptimo ritornello(con una primera aparición sutil de las campanas) Mahler cita (12’40”) el tema principal del primer movimiento creando un clímax abrumador (13’51”) perfectamente realizado por Feltz y los músicos de Stuttgart. Igualmente fantástica la conclusión con el enérgico accelerando (15’11”) y un drängend (16’42”) algo más acentuado de lo habitual.

La versión se cierra registrando casi un minuto de entusiastas y merecidos aplausos a una notable interpretación; magnífico preludio de un ciclo que ojalá veamos algún día completado. Por delante quedan nuestras reseñas de Tercera, Cuarta y Quinta.

13-I-2014

© gustav-mahler.es